COMUNICADO INTERNO

23 02 2010

Dado que este barco ahora mismo está navegado a la deriva… se hace necesaria una toma de decisiones.

1/ ¿Quereis continuar compartiendo espacio en el reto?

2/ ¿Estais contentos con el sistema actual?

Podemos decidir continuar con el reto tal cual está… O continuar con el reto, modificándolo y convirtiéndolo en una especie de blog compartido, sin tema ni frase, sino al libre albedrío (eso sí, intentando publicar una vez a la semana cada uno)… O continuarlo con cualquier otra idea que se os ocurra… O… cerrar puertas.

Espero vuestras opiniones y la mayoría será la que decida 😀

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Bastante insignificante

22 02 2010

¿Que quieres decir con eso?

Pues eso. Ni más ni menos.

 ¿Insignificante?  

Si. Insignificante y pequeña.

Bueno, no será para tanto.

Pues sí. Me mete en este lío y se pira. De buenas a primeras.

¿Y qué vas a hacer?

Pasar.





Hasta la próxima frase

19 02 2010

Ya no tengo ganas de subir nada. Y estoy pensando seriamente en algo que dijeron por ahí Son y Gorio. No se si este blog, después de todo, podrá seguir funcionando. No se ni quien es el administrador; ¿no era él? No se, todo el asunto me molesta. Y pienso, ¿tendría que nada más decirle «hasta la última frase», así, sin más, incluso después de ver que luego de despedirse no se pasó nunca más ni para ver cuál fue la reacción de los demás? Me siento bastante insignificante, confieso.





No, creo que no lo fue..

16 02 2010

Aquí estaba, buscando como seguir la frase: «Pero no, creo que no lo fue» que el Sr ASPECTIVE me había dejado en herencia, cuando pensé en releerme su texto, para ver como podía enlazarlo. Y ¡¡ he leído su adiós!!. No sé los motivos que le han llevado a tomar esa decisión, ni se los voy a preguntar, salvo insultarnos en algunas frases memorables, y cruzar comentarios, no nos hemos “atrevido” a decirnos muchas más cosas.

Lo que sí es cierto es que voy a echar de menos su agudísimo sentido del humor, su ductilidad escribiendo, la generosidad de sus comentarios y una extraordinaria sensibilidad.

Éste curioso mundo cibernético es bastante extraño, se oyen cosas tremendas de él, y sin embargo, también terminas tropezándote con gente “estupléndida” (como dice Moli).

No es mi intención, hacerle sentir incómodo, en su despedida pero me gustaría dedicarle esto (obviamente, no es mío),  con la intención de que, pese a lo que pese, confíe siempre en que encontrará mil razones para seguir peleando:

«Sugiero que el más triste de los presos
tenga derecho a sábanas de seda;
bendita sea la boca que da besos
y no traga monedas.

Propongo corromper al puritano,
espiar en la ducha a las vecinas,
ir a quitarle al dios de los cristianos
su corona de espinas.

Nada de margaritas a los cuerdos,
hay que correr más que la policía
para bailar el vals de los recuerdos
llorando de alegría.

La vida no es un block cuadriculado
sino una golondrina en movimiento
que no vuelve a los nidos del pasado
porque no quiere el viento.

Se aconseja dormir a pierna suelta
lejos de tentaciones de diseño,
que no pase de largo por tu puerta
el hombre de tus sueños.

La rana esconde un príncipe encantado,
tu boca un agridulce de membrillo
¡qué ganas de un cursillo acelerado
de besos de tornillo!

Y jugar por jugar
sin tener que morir o matar,
y vivir al revés
que bailar es soñar con los pies.

Conviene entrar penúltimo en la meta
de la vuelta a la infancia en patinete
y fusilar al rey de los poetas
con balas de juguete.

Por qué no doctorarse en cremalleras
como hace la hormiguita por tu espalda
e hilvanar con jirones de banderas
braguitas rojigualdas.

Hacen falta cosquillas para serios,
pensar despacio para andar deprisa,
dar serenatas en los cementerio
muriéndose de risa.»

SALUD Y SUERTE, Sr. Aspective, y hasta la próxima frase.

Próximo turno: DANIELA.





Adiós

16 02 2010

Amigos, gracias.

He disfrutado una barbaridad leyendo y escribiendo con vosotros.  Respondiendo al desafío que en cada momento representaba la frase que me regalaban y leyendo después vuestros, siempre amables, comentarios.

La vida no es algo estático, ¡que aburrimiento!, si no algo vivo con cambio y movimiento. Y motivos de índole personal hace que no sea un buen momento para seguir colaborando en el blogguercedario. Ya sabéis, falta de tiempo, de concentración, de ideas…

Intentaré seguir leyendoos y disfrutando vuestras ocurrencias. Ha sido, de verdad, un placer.

Un abrazo para todos. Hasta siempre.

Aspective





Yo solo sé que no sé nada…

12 02 2010

Por: Aspective

No entiendo la vida que me ha tocado vivir.  Ha cambiado mucho y demasiado deprisa y bastante tengo con intentar seguirla, sin dejar que me tire del caballo desbocado, como para, además, intentar comprenderla. 

De los valores, costumbres y hábitos que recibí desde niño, en el marco de una sociedad tan diferente de la actual que es difícil imaginarlo, no queda prácticamente ninguno. 

No me entendáis, mal. No es ni mejor ni peor. Tiene sus ventajas, inconvenientes y una gran, inmensa, zona gris. Como todas. Pero el proceso ha sido tan vertiginoso que suficiente tengo con intentar seguirlo, no quedarme atrás como para pararme a enjuiciar o meditar.  

Y ese es el problema. Si me parase, si pudiera hacer un alto, una pausa para enjuiciar este entorno en el que vivo, estos nuevos valores aceptados, o al menos, seguidos por todos, si fuera capaz de meditar para obtener mi propio juicio sobre hábitos, normas y costumbres, creo que no me gustaría el resultado. 

No soy un retrógrado, ni muchos menos. No soy un nostálgico en absoluto. Pero igual que todos lo regímenes políticos, incluso los más tiránicos y autoritarios, necesitan un ideólogo, una filosofía y unos valores que lo sustenten, así creo que nuestra forma de vida debería estar inscrita, basada, en unos usos criterios más claros, compartidos con todos y aceptados sin dudas ni vacilaciones. Siempre sometidos a juicios y revisiones, pero, al menos, existentes. 

Al no haberlos, el resultado en un desconcierto total, un todo vale que crea un ambiente de insatisfacción y un caldo para que los ventajistas y amorales medren sin freno a costa de todos.  

A la vez, los pocos personajes que sí han logrado meditar, o que han sentido esa inquietud, espantados ante lo que, a su juicio, es el caos, encuentran como única solución el retorno a valores obsoletos, inaplicables la mayor parte de las veces, y que necesitan llevar al extremo para sentirse seguros en ellos, como un firme punto de apoyo o anclaje al cual aferrarse para no dejarse llevar por lo que ven como la vorágine incontrolada. Y los extremismos tampoco son buenos. 

Por tanto, y remitiéndome al título, puedo repetir pesaroso la frase de Sócrates y pensar a veces, si cualquier tiempo pasado no sería mejor. Pero no, creo que no lo fue.

Próximo turno: XINAX





Lo siguiente ya lo sabeis…

10 02 2010

Por Sonvak

Lo siguiente ya lo sabeis, así que ¿para qué repetirlo? porque desde luego no estoy por la labor de malgastar tiempo y esfuerzo (vuestro y mío) contando algo que ya todos conocemos.

Sin embargo, ¿realmente lo sabeis?… porque cuando uno se lo plantea se da cuenta de que en realidad no sabe nada, como la famosa frase: Yo solo sé que no sé nada. Y, por mi parte, es cierto. Contemplas el mundo, escuchas a la gente, estás atento a todo y todo te hace darte cuenta de lo mucho que te queda por aprender.

Pero eso es una de las cosas buenas de la vida, pues me imagino que cuando se llega a la conclusión de que se está de vuelta de todo, entonces ¿qué queda por hacer? ¿qué queda por vivir? ¿por sentir? ¿por aprender?… Es peligroso sentir que se está de vuelta de todo pues podría provocar una tremenda depresión a causa de la desmotivación existencial.

Así que, repito, yo solo sé que no sé nada…

Próximo turno: ASPECTIVE





Acabaría con él.

9 02 2010

¿Acabaría con él?, ¿sería capaz de asesinarlo?.

Dudó unos segundos, pero con firmeza pisó el acelerador de su automóvil y como una exhalación el coche se disparó hacia delante, arrollando a su novio y lanzándolo cinco metros en la calzada.

Ya no había marcha atrás. Sus ojos se llenaron de lágrimas y en ese momento se dio cuenta de la locura que había cometido. Detuvo el coche nada más girar la calle y asomó la cabeza para mirar como yaciá su cuerpo inerte en el suelo del asfalto mojado en aquella oscura vía por donde no pasaba nadie.

_Lo he hecho!!, se dijo.

A fin de cuentas es lo que deseaba después de haberse enterado de que la engañaba con otra mujer. Ella era muy posesiva y ya le había avisado de que jamás consentiría que le pusiera los cuernos. Pero él parece que aquello no se lo tomó muy en serio.

Aquella noche él se despidió de ella con la excusa de ir a casa de unos amigos para tomar unas copas y ver el partido que retransmitían por la televisión. Desde luego ya tenía sospechas fundadas porque en alguna ocasión ya le había interceptado algún mensaje más que sospechoso en el móvil.

Dejó que saliese por el portal, ella tenía la ropa por debajo de la bata y enseguida bajó apresuradamente para no perderlo de vista. El cogió un taxi, y ella se metió en el coche para arrancarlo y a continuación seguirlo sin que notase su presencia.

Después de un buen rato conduciendo, que le pareció un siglo, se detuvo a unos cien metros del taxi, que ya se había detenido. Observó con atención como se bajaba del mismo y se dirigía hacia un edificio que parecía de oficinas. En ese momento recordó una vez que se detuvieron allí y él subió con la excusa de ver a un cliente.

Después de unos minutos de nerviosismo sin saber que hacer, en una de las ventanas del tercero se encendió la luz , y dejó ver perfectamente a dos personas como se abrazaban y besaban con pasión desbordada.

Sacó los prismáticos que guardaba en el bolso y contempló con horror que era su novio con una mujer mucho más joven que ella. Casi le da un ataque de ansiedad, tuvo que salir el coche para que le diera el aire. Caminó un poco para tranquilizarse aunque se tiraba de los pelos, y regresó al interior del vehículo. Puso la radio y esperó con paciencia…

Lo siguiente ya lo sabéis.

Próximo turno Sonvak.





Qué diferente era de ella.

8 02 2010

No tenía nada que ver con ella.

Era mayor. A ella le gustaban jóvenes, aunque no excesivamente. No podían tener menos años que su hermano pequeño, eso era considerado ilegal en su absurdo » cosas que tiene que cumplir un tío». Pero allí estaba él, con muuuchos más años que ella.

Tenía barba, tirando a perilla. Esto debería haber provocado una huída a la carrera. El pelo en la cara no le molaba nada de nada. Pero allí estaba él: mayor y con barba.

Escuchaba una música horrible. La primera vez que él puso un cd, ella dijo: esto no lo supero ni de coña. Pero allí estaba él: mayor, con barba y escuchando a música antigua de los jipis.

Era raro para comer: nada sano, ni verduras, ni pescado, ni fruta. Un auténtica máquina de comer grasas saturadas. Ella pensó, Dios mío, si acabo con él seguro que nos pelearíamos a la hora de cocinar. Pero allí estaba él: mayor, con barba, escuchando a The mamma´s and the pappa´s  y cocinando spaghettis boloñesa como si fueran a comer 25 personas.

No le gustaba bailar. Ella no es que fuera una bailarina profesional, pero de vez en cuando necesitaba salir y bailar. Él se nego. Ella rogó. Él hizo un esfuerzo y fue casi peor.

Pero allí estaba él: mayor, con barba,  bailando totalmente arritmico como si le estuvieran dando descargas eléctricas y con restos de tomate por la camisa.

Ella se rió hasta que se le cayeron las lágrimas por la cara y pensó: madre mía, ¿quién me iba a decir que acabaría con él?

Próximo turno: Gorio





Vivir con uno y sin el otro, o viceversa

5 02 2010

DANIELA

Si todo el tema había logrado escandalizar en buen grado a la madre de Martina, la visita a la facultad de letras había sido la gota que colmó el vaso. Cuidando histéricamente de no tocar nada, ni siquiera los pasamanos de las escaleras, la estirada señora del abogado Valverde observaba todo el decadente lugar con los ojos locos, desmesuradamente abiertos, asemejándose a un par de los platos de su mejor y más cara vajilla. Cada unos tantos pasos, las dos mujeres se topaban con algún muchacho harapiento que leía echado en el piso, o que fumaba mientras garabateaba unas palabras en algún cuaderno amarillento. El suelo, los pestillos, los marcos de las puertas: todo estaba cubierto por una fina capa de polvo, como si quien limpiara el lugar no lo hiciera muy a menudo. Las paredes estaban algo descascaradas; las sillas y las mesas, destartaladas. La única sala que parecía contrastar completamente con el resto de la Facultad era la biblioteca. Imponente, enorme, límpida y luminosa, parecía emitir un brillo propio. Las paredes estaban forradas de libros y más libros: era una de las más completas del país. Las largas mesas de caoba reluciente estaban casi repletas. Habían también modernos ordenadores un poco más allá; sin embargo, y al contrario de lo que sucedía en cualquier biblioteca, los libros parecían tener mucho más popularidad.
Había en la sala una energía distinta, que enmudecía…
—Los carteles de “Silencio, por favor” no parecen muy necesarios, ¿no?—comentó la madre. En el silencio, su voz retumbó y chirrió como una tiza sobre un pizarrón. –Acá debe ser como una ley…
— ¡Shh!
—Bueno, ¿qué querés? No me gusta tanto silencio.
Un par de personas las miraron con rostros ceñudos.
—Callate mamá. Vení, vamos para afuera, no se puede estar acá con vos.
Cuando por fin salieron, el semblante de la madre pareció aflojarse. Martina, al notarlo, soltó una carcajada.
— ¿Qué te pasa? ¿Tenías miedo?
La madre endureció la mirada de nuevo, y la miró con seriedad.
—No me parece, Martina.
—No te parece, ¿qué?
—Estas facultades. Ya fuimos a la de sociología, a la de historia, a esta, a la de lingüística, a la de filosofía… Acá la gente es toda rara…Todos peludos y comunistas. Aparte, de seguro que se drogan… ¿Por qué no te puede gustar algo normal, como Derecho?
Martina soltó una enorme carcajada. Su risa tenía algo mágico. Algo libre, que revoloteaba hasta los oídos.
—Tal vez porque no tenés una hija normal. ¿Lo has pensado?
Su madre suspiró y se mordió el labio.
—Si por lo menos nos dejaras pagarte una privada…
—Absolutamente, no.
—De acuerdo—se rindió, enojada. —Entonces, ¿qué va a ser? Sinceramente espero que hayas descartado este último antro.
—De hecho, esta última visita me ayudó a decidirme.
—Escuchémoslo.
—Voy a hacer un Historia y Letras. Y voy a ir al Instituto de Profesores.
La madre quedó pasmada.
—Mi amor, es imposible que hagas dos cursos a la vez, y además el Instituto. Vas a tener que conformarte y vivir con uno y sin el otro, o viceversa.
La chica sonrió.
— ¿Quién dice?
Su madre, confundida, negó con la cabeza.
—Todos lo saben.
— ¿Todos?
—Bueno, porque lo digo yo, y punto.
—Qué suerte que no es tu decisión. Es la mía, ¿te acordás?
Se miraron a los ojos por unos segundos. Qué diferentes que eran, pensó Martina. Qué chica extraña, pensó la madre, y sobre todo, qué diferente era de ella.

Próximo turno: Molinos