La Policía nunca llegó

28 10 2009
 
Por: Sara

La Policía nunca llegó, porque allí no había Policía. Durante siglos de historia había pesado la ley del más fuerte, aunque nunca habían tenido conflictos importantes. No conocían la propiedad, únicamente luchaban por sobrevivir día a día. Organizaban su trabajo a la perfección. Los hombres salían a cazar animales salvajes y criaban algunos domésticos. Las mujeres cultivaban los campos y cuidaban de los niños. No usaban ropa, allí nunca hacía frío. Conocían bien a sus vecinos porque todos formaban parte del mismo clan o familia. La vida era sencilla y todos eran felices.

Un día un ruido ensordecedor surcó el cielo. Un bicho gigante se posó junto a las chozas, en la tribu no sabían de qué se trataba. Cuatro hombres de piel clara se bajaron del helicóptero portando consigo un enorme mapa y el malicioso invento de las armas. Parecían estar seguros de dónde se encontraban y tenían clara su misión.

Intentaron entablar conversación con los miembros de la tribu, sorprendidos de que éstos no hablaran su idioma. ¡Pobres analfabetos, que no sabían leer ni escribir! Pero ahí estaban los rostros pálidos dispuestos a imponer sus normas y costumbres y sobre todo, a ocupar el territorio.

Fueron recibidos con todo tipo de honores, pues era la primera vez que alguien visitaba la aldea. Les dieron de comer, les ofrecieron un lecho donde dormir, sin importarles de dónde venían ni cuáles eran sus intenciones. Los visitantes aprovecharon la noche para ejercer su dominio.

Uno a uno, mataron a todos los miembros de la tribu, que no tuvieron ocasión de defenderse. Les arrebataron las tierras y la vida, se instalaron allí y aún con el olor de la sangre inundando el ambiente, marcaron unas nuevas fronteras en su enorme mapa.

Próximo turno: Cuauhtémoc.DANIELA