Por SONVAK
Se llevaban mal desde el primer día en que se conocieron… Si le preguntasen a uno u otra, no sabrían decir el por qué, simplemente no se soportaban.
Molinos era una chica guapa y esbelta, inteligente y consciente de su poder como mujer. Por otra parte, y debido a experiencias pasadas, los hombres no entraban en sus prioridades.
Gorio era un tipo atractivo, serio y callado. Se solía decir que las mataba callando, pues las mujeres suspiraban por él aunque él no diese pie a tal cosa, sino más bien todo lo contrario. Estaba cansado de mujeres superficiales, preocupadas tan solo por su físico y sin nada que aportar en su interior. De alguna manera, había encasillado a Molinos como ese tipo de mujer.
Ambos trabajaban en una editorial, donde en ese preciso momento, Molinos se encargaba del diseño de la portada de un libro que en breve saldría a la venta: «Embargados por la sensualidad«. Para desencanto de los dos, compartían oficina en la cual, todo aquel que entraba, notaba una especial carga de «electricidad» en forma de chispas que surgían de los dos y chocaban entre sí.
Ese día, Gorio notaba que Molinos estaba especialmente molesta y de vez en cuando le echaba miradas de reojo ante las continuas muestras de descontento de ésta hacia su ordenador, con el cual estaba descargando todo su mal humor.
-¿Se puede saber que te ocurre? es imposible concentrarse escuchándote contínuamente
Molinos lo miró echando chispas por los ojos:
-Mejor que ni me hables ¿vale?, y te aguantas, si me da la gana de quejarme, me quejo… que yo sepa no hay ninguna regla al respecto que lo impida.
Gorio entrecerró los ojos, mirándola fijamente:
-Pensaba que eras lo suficientemente madura como para mantener tus emociones bajo control en el trabajo… Esta claro que me equivoco, lo cual tampoco es de extrañar.
Molinos abrió la boca sorprendida, después se puso en pie, se dirigió hacia la mesa de él e, inclinándose, apoyo las manos en ella:
-Mira -alzó una ceja y sonrió- yo sé que no te caigo bien y tú sabes que tampoco eres santo de mi devoción, así que nos harías un favor muy grande a los dos si te mantienes calladito como es tu costumbre habitual. Y sí, hoy mis emociones no están bajo control pero eso sucede porque yo, al contrario que tú, tengo emociones.
Se dió media vuelta y fue a sentarse otra vez frente a su ordenador.
Gorio recostó su espalda en el respaldo de su silla y la contempló pensativamente mientras daba vueltas entre sus dedos a un bolígrafo.
-Es fácil acusar a los demás de no tener emociones cuando uno no es capaz de controlar las suyas…
Ella levantó la vista del teclado del ordenador y lo miró fijamente:
_¿Sabes una cosa? estoy segura que tu cara de estirado se debe a que nunca te han hecho el amor en condiciones. ¿Por qué no te vas por ahí a buscar quién quiera tus atenciones y me dejas en paz? -a continuación volvió a concentrarse en el ordenador como si no hubiese dicho absolutamente nada.
Esta vez el que se levantó de su silla fue Gorio. Caminó hacia el escritorio de ella y se inclinó apoyando sus manos en esté, para mirarla con fijeza:
-Pues ¿sabes? eso es precisamente lo que pienso yo que te ocurre a ti. Que hace tiempo que no te follan en condiciones -su voz era baja y seria, tremendamente seria- y por eso desahogas en mi tus frustraciones…
Molinos alzó la vista hacia él. Ahora la furia dilataba sus pupilas:
-Mira, guapito de cara, te aseguro que sobra quien me folle y que además lo haga bien pero, «precioso», yo no necesito buen sexo para tener buena cara, al contrario que tú…
En ese momento sonó una voz a sus espaldas:
-Siento interrumpir una conversación tan interesante pero necesito hablar contigo, Gorio. -Aspec los miraba desde la puerta.
Continuará..
Próximo turno: ASPECTIVE salta turno a XINAX
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